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Los 5 errores más comunes al comprar un colchón nuevo

Los 5 errores más comunes al comprar un colchón nuevo

Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad.

El descanso es, en términos generales, el principal motor que pone en funcionamiento nuestra vida diaria, ya que de él depende nuestro bienestar tanto físico como mental. Descansar correctamente nos permite mantener la concentración, mejorar el rendimiento cognitivo, reducir los niveles de estrés y ansiedad y reforzar el sistema inmunológico. También tiene un impacto directo en la salud cardiovascular y en el metabolismo, ayudando a regular funciones tan esenciales como la presión arterial o la glucosa en sangre.


Mientras dormimos, el cuerpo lleva a cabo un complejo proceso de regeneración celular. Es durante esas horas cuando los tejidos se reparan, los músculos se recuperan y la mente se reorganiza. Por eso, despertarse sin dolores, con energía y claridad mental, es uno de los mayores indicadores de que estamos descansando sobre una base adecuada. “El descanso es la base sobre la que se construye el bienestar. Sin un sueño de calidad, la salud, la productividad o incluso el estado de ánimo se resienten”, explican los expertos de Colchón Club.

Por supuesto, para lograr ese descanso reparador, es necesario disponer de un entorno que lo favorezca: una buena base, una almohada ergonómica y, por encima de todo, un colchón que se adapte a nuestras necesidades. Sin embargo, a la hora de elegir este último, no siempre tomamos las decisiones correctas. Por ello, a continuación, vamos a tratar de analizar los cinco errores más comunes al comprar un colchón nuevo, según los especialistas de Colchón Club, tienda online de referencia en artículos de descanso.

Elegir un colchón atendiendo únicamente al precio o a la marca

Este es, probablemente, uno de los errores más frecuentes. Muchas personas se dejan llevar únicamente por el precio , por ejemplo, por encontrar una oferta muy barata o por pensar que lo más caro es siempre lo mejor, sin tener en cuenta que el valor real de un colchón está en su capacidad para ofrecer un descanso adecuado y saludable y no en el precio.

“Un colchón barato puede salir caro si no ofrece el soporte correcto o si pierde sus propiedades a los pocos meses”, explican desde Colchón Club. “Del mismo modo, pagar más no siempre garantiza un mejor descanso. Lo importante es que el colchón se adapte a tu cuerpo y a tu forma de dormir”.

Cada persona es diferente. Lo que para una puede ser el colchón perfecto, para otra puede resultar incómodo o inadecuado para la alineación de la columna vertebral. Por eso, los expertos recomiendan buscar un equilibrio entre calidad, confort y durabilidad, sin dejarse llevar únicamente por el precio o el prestigio de una marca.

No comparar distintos tipos de colchones

Comprar el primer modelo que nos recomiendan o el que más nos gusta visualmente es otro error habitual. En la actualidad, existe una amplísima variedad de colchones en el mercado: de muelles, de espumación, de látex, viscoelásticos, híbridos…, cada uno con características, firmezas y prestaciones distintas.

“Antes de tomar una decisión, resulta fundamental comparar”, —subrayan los expertos de Colchón Club—. “No todos los colchones sirven para todas las personas. Es importante analizar las diferencias de soporte, adaptabilidad y transpirabilidad, sobre todo si compartes la cama o si tienes necesidades específicas, como dolores de espalda o problemas posturales”.

En ese sentido, dedicar tiempo a informarse y comparar distintas opciones puede evitar compras impulsivas y decepciones posteriores. Además, los especialistas recomiendan buscar colchones que ofrezcan un buen equilibrio entre firmeza y adaptabilidad, permitiendo mantener una postura mucho más ergonómica durante el descanso nocturno.

No tener en cuenta los materiales al elegir el colchón

Otro de los grandes errores al comprar un colchón nuevo es no prestar atención a los materiales con los que está fabricado. Cada material ofrece sensaciones y prestaciones diferentes, y conocerlas es clave para acertar. Por ejemplo, los colchones de muelles ensacados son ideales para camas de matrimonio gracias a su sistema de independencia de lechos, que evita que el movimiento de una persona se transmita al otro lado. Los colchones viscoelásticos, por su parte, destacan por su capacidad de adaptarse a la forma del cuerpo, de reducir los puntos de presión y favorecer una correcta alineación de la columna.

También existen opciones de látex, especialmente valoradas por su elasticidad y transpirabilidad, o modelos con tratamientos hipoalergénicos, perfectos para personas con alergias o problemas respiratorios. “Los materiales son determinantes para la durabilidad del colchón y para la calidad del descanso”, —comentan los expertos—. “Un buen colchón debe ofrecer soporte, confort y transpirabilidad, pero también resistencia al paso del tiempo.

Por eso, no basta con que sea cómodo el primer día: debe seguir siéndolo durante años”.

Si quieres conocer en detalle los distintos tipos de colchones y sus características, te animamos a visitar el catálogo de ColchónClub, donde encontrarás todo tipo de modelos fabricados con materiales de primera calidad y diseñados con el objetivo de garantizar la salud y el bienestar de los usuarios.

Adquirir un colchón ignorando la firmeza

La firmeza es otro de los factores determinantes para lograr un descanso de calidad. Sin embargo, muchas personas la pasan por alto o no saben interpretarla correctamente. La firmeza no sólo determina la sensación al tumbarse, sino también la capacidad del colchón para mantener una postura correcta durante el sueño.

Existen colchones de firmeza baja, media, media-alta o alta, y la elección depende de factores como el peso, la estatura y la postura al dormir. “No existe un nivel de firmeza universalmente perfecto”, —aclaran los expertos de Colchón Club—. “Las personas más delgadas suelen sentirse más cómodas en colchones de firmeza media o medio-baja, mientras que aquellas personas que tienen un mayor peso o problemas de espalda suelen preferir una firmeza media-alta o alta, que les ofrezca un mayor soporte”.

Elegir la firmeza adecuada es esencial para evitar dolores de espalda, tensión muscular o malas posturas durante el descanso. Además, un colchón con el grado de firmeza correcto contribuye a que la columna mantenga su alineación natural, evitando el cansancio al despertar.

No probar el colchón personalmente

El último error, aunque pueda parecer evidente, es uno de los más comunes: no probar el colchón antes de comprarlo. Cada cuerpo es único y responde de forma distinta a los materiales y niveles de firmeza. Por eso, siempre es recomendable tumbarse sobre el colchón durante unos minutos y percibir cómo se adapta a la forma del cuerpo, cómo distribuye la presión y si ofrece la sensación de confort deseada.

“Probar un colchón, en muchas ocasiones es como probar unos zapatos”, —afirman los especialistas de Colchón Club—. “Puedes leer especificaciones técnicas, pero hasta que no lo sientes, no sabes si realmente es el adecuado para ti”. Afortunadamente, hoy en día existen tiendas online especializadas que ofrecen periodos de prueba o políticas de devolución flexibles, como Colchón Club lo que facilita encontrar el modelo ideal sin asumir ningún tipo de riesgos.

Además, el hecho de consultar tus dudas con profesionales del descanso puede ayudarte a descubrir cuál es la opción más adecuada según tu morfología corporal y tus hábitos de sueño. “Elegir el colchón adecuado es, probablemente, una de las decisiones más importantes que podemos tomar en el contexto del hogar”, —concluyen desde Colchón Club—.

¡No lo pienses más y adquiere tu colchón teniendo en cuenta estos 5 errores comunes para evitar cometerlos y tomar la mejor decisión para ti!

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