Misión imposible en Pozuelo: cruzar la M-503
Ana es vecina de Pozuelo de Alarcón desde hace 18 años. Es madre de tres hijos. Su domicilio está situado en alguno de los primeros números de la calle Vía de las Dos Castillas, que transcurre paralela a la autovía M-503 a su paso por Pozuelo. Una rotonda distribuye los vehículos hacia esta carretera y hacia la de Carabanchel, donde a menos de 500 metros se encuentra el colegio al que acuden sus hijos. Una distancia que sugiere un paseo no muy largo. Sin embargo, tanto la ida como la vuelta, la realizan en transporte público.
Esta situación es la misma que soportan los vecinos de Pozuelo que no pueden ir andando al centro comercial Zoco, a la zona de Somosaguas o al colegio sin dar un rodeo de, aproximadamente, 2 kilómetros.
Carmen vive aquí desde hace veinte años: "Es como si Pozuelo estuviera sin terminar. La M-503 lo ha dividido en zonas aisladas entre sí. Podríamos decir que es como un río. Es una barrera infranqueable. Pero es más fácil remar que cruzar esa calle".
La distancia que hay entre los dos lados de la Vía de las dos Castillas es, de alrededor de 100 metros.
Y es que, a lo largo de los 2 kilómetros que mide la Vía de las dos Castillas, sólo hay dos maneras de cruzar a pie: La primera es utilizando el paso peatonal elevado que conecta la Vía de las dos Castillas con el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense. Utilizando esta alternativa el peatón necesitará caminar mil metros hasta el paso elevado y desandarlos en la otra orilla de la carretera, caminando dos kilómetros aproximadamente.
Otra opción es caminar hacia el cementerio, pasando por debajo de la M-503 y llegar por la calle Club Deportivo hasta el Parque de Bomberos. Total del paseo: otros dos mil metros.
Ante esta perspectiva es natural que los vecinos del municipio opten por el transporte público como medio para cambiar de acera. El Metro Ligero que recorre la Vía, y pasa bajo la autovía, es el método más utilizado.
Esto, aparte de los problemas de comodidad para los vecinos, supone un gasto, bien en gasolina para el que decida usar el coche, o en billetes para el que decida utilizar el metro. Actualmente, y teniendo en cuenta las subidas de los precios del transporte público en Madrid, el Abono Mensual Joven de la zona B1, correspondiente a este recorrido, cuesta 37,30€, y el Normal 59,80€.
El que no tenga el billete mensual puede viajar con el sencillo (un viaje) por 2€ o adquirir un billete de 10 viajes por 12€.
Teniendo esto en cuenta no es raro ver a vecinos del municipio andando por los arcenes de la carretera o atreviéndose a cruzarla a pie.
Pero no sólo son los peatones los afectados por esta situación. Vicente, vecino de Pozuelo y ciclista habitual cree que "la carretera está muy mal para nosotros y es una zona muy peligrosa para los que practicamos este deporte".
No existe carril bici y los ciclistas se ven obligados a compartir espacio con los vehículos.
Alfonso, vecino del municipio e Ingeniero de Caminos da su opinión al respecto. "La glorieta en cuestión, a pesar del intenso tráfico que soporta, funciona bastante bien. Pero únicamente a nivel de vehículos. En cuanto a los peatones la permeabilidad es nula. Para poder cruzar desde la Avenida de Pablo VI hacia la zona de Somosaguas hay que hacer un recorrido peatonal de aproximadamente 2 kilómetros, lo cual no tiene sentido. Es imposible mezclar el tráfico peatonal con el de vehículos en la glorieta. Es imposible. O bien habría accidentes de forma continua o habría atascos, también de forma continua. La solución más sencilla es hacer una pasarela que una ambos márgenes de la M-503, lo cual supondría una inversión importante. Dada la situación que atravesamos habría que pensarlo detenidamente. "
Esta situación antes o después tendrá que ser abordada por las instituciones y organismos competentes para salvar esa barrera que supone la M-503.
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