Pozuelo mueve sus tierras durante la cuarentena… Por fin

Estoy que no me reconozco. Ni tampoco identifico bien a la alcaldesa Quislant. Pero hoy me veo obligada a escribir otra columna-lametazo.

Y te aseguro, amigo lector, que no es que el Ayuntamiento de Pozuelo haya decidido retomar la inserción de publicidad institucional en este periódico. No. Es simple afán de objetividad. Al pan, pan; y al vino, vino.

Resulta que me he saltado el confinamiento. Bueno, no es exactamente así, porque soy periodista y el Presidente desastre que tenemos dice que el periodismo es actividad esencial. A lo que iba. He pasado por la M-503 ¡y he visto movimiento de tierras!

¡Aleluya! Llevo mucho tiempo denunciando a través de esta columna los clamorosos retrasos de las obras que anuncia Quislant. Bastaba que la alcaldesa lo anunciara para que todo se parara. Esa es la impresión que me daba.

Pero no, en Pleno confinamiento, sin que nadie lo advierta, sin anunciarse siquiera en la redes sociales de la primera edil -quizá ya por vergüenza- se han reanudado las obras de la pasarela de la M-503 y comienzan los movimientos de tierras para soterrar la última rotonda a su paso por nuestro municipio.

¡Me froto los ojos con mis alitas y no me lo creo! Tanto tiempo esperando, tantos anuncios de inicio de las obras… que ahora parece verdad y todo.

Alcaldesa, enhorabuena. No sé si tendrás algo que ver en ello, pero parece que Pozuelo se mueve mientras sus vecinos están confinados. ¡Vaya sorpresa se llevarán cuando les dejen salir!