Se ha negado esta petición porque no estaba del todo justificada, aunque se podrá recurrir. El motivo para la instalación de las cámaras en Pozuelo era para controlar los altercados y delincuencia que se producen en la zona, y así aumentar la vigilancia, según los vecinos de la zona.
La negativa se debe a que esos datos son insuficientes, ya que la colocación de cámaras afecta a la intimidad y a la libertad de las personas.
En Madrid sólo hay cuatro zonas que disponen de estas cámaras de vigilancia: el Museo de Esculturas al Aire Libre, del paseo de la Castellana; la Plaza Mayor y las calles aledañas, la calle de Montera y algunas cercanas a la Gran Vía y el barrio de Lavapiés; además de urbanizaciones privadas con residentes de alto nivel adquisitivo.
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