La RDA
Creo que, como han dicho Centalla y Frutos, no tenemos que pedir perdón por nada; al fin y al cabo el perdón es una idea puramente religiosa que no tiene cabida en el materialismo dialéctico y completamente ajena a la izquierda. Por eso me produce euforia política ver en “El País” el entusiasmo y apoyo que les suscita el nuevo líder del PCE y la calurosa despedida a la vieja guardia que no abandona la lucha sino que pasa a un segundo plano.
Celebro que el ideal de construir, con una salida a la izquierda, el otro mundo posible, el de la completa igualdad en la tierra, sin diferencias, cuente todavía con el mismo apasionado apoyo del Grupo Prisa que tuvimos hasta que el mundo socialista igualitario y popular fue derribado por Reagan y Juan Pablo II, y que encarnaba el ideal que nos hace vibrar y soñar a los socialistas de siempre con una sociedad sin clases y también sin géneros. Pese a las catalogaciones que utiliza la derecha para dividirnos, los socialistas somos todos iguales y el único paraíso al que aspiramos es el de la completa igualdad.
Jennifer García es Periodista y Sindicalista
* Este diario no asume como propias las opiniones difundidas a través de las colaboraciones y cartas al director que publica.
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