Pintadas en el Valle
En esta ocasión podemos comprobar cómo la pared posterior de los vestuarios del hockey está plagada de inmensas pintadas con motivos fálicos de niñoides frustrados por alguna extraña razón. Pensamos que esos dibujitos quedarían de maravilla en la pared del salón de sus casas.
A estos artistas del destrozo público habría que cogerles ‘in fraganti’ y obligar a sus ingenuos progenitores a pagar el coste del repintado de las paredes.
Y a la Concejalía de Deportes habría que darle un buen tirón de orejas por no arreglar de manera inmediata estos actos vandálicos. Lo cutre llama a lo cutre, así que cuanto antes lo arreglen mejor. También han ido apareciendo en los últimos tiempos más pintadas, que no han borrado, en diversas paredes del Valle de las Cañas.
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