
Te preguntarás, bienamado lector, si me he muerto. Si con los calores mi cuerpo se ha esfumado. Pero no. Simplemente estoy siguiendo las reglas de la caballerosidad periodística y de las normas no escritas pero cabales. Por eso estoy dando 100 días de margen a la flamante alcaldesa antes de ponerme a juzgar y publicar lo que me sale del aguijón.
Yo que es soy periodista de las de antes. De las que tienen palabra y procuran cumplirla. Sólo pretendo ahora enseñar mi alita para decir que el nuevo gobierno de Tejero -ayssss, ese apellido- apunta, ejem, buenas maneras y algún que otro desquicie procedimental. También es verdad que lo tenía muy fácil para sustituir a una rata de dos patas -no lo digo yo, sino los mariachis- que lo único que ha hecho es joder Pozuelo y retrasarlo ocho años.
Hasta aquí. Felicidades por la mejoría en la organización de las fiestas. Pozuelo ha vuelto a primera división en los conciertos: sólo había que ver el aforo completo para disfrutar de Taburete.
Tiempo habrá para el picotazo. Que los habrá.