La alcaldesa de Pozuelo podría ser denunciada por prevaricación y malversación
«Estamos en el año 2023 después de Jesucristo. Todos los medios de comunicación de Pozuelo están monitorizados por la alcaldesa Quislant… ¿Todos? ¡No! Un periódico formado por irreductibles jóvenes resiste, todavía y como siempre, a la advenediza. Y la vida no es fácil para las guarniciones de periodistas con los reducidos sueldos de un periódico al que la alcaldesa castiga por no plegarse a sus caprichos…»
Alcaldesa mía:
Vale que hayas apartado a Diario de Pozuelo y a otros medios incómodos de la publicidad institucional durante esta legislatura…
Vale que hayas intentado utilizar espuriamente a nuestro periódico realizando filtraciones interesadas contra la Consejería de Sanidad…
Vale que tu departamento de prensa desoiga sistemáticamente nuestras peticiones de información…
Vale que celebres el Año Nuevo “con los medios de comunicación de Pozuelo” sumisos y que no avises a Diario de Pozuelo, aunque sea el medio más leído con diferencia…
Pero lo que no vale son todas las cosas anteriores juntas. Y como no está bien este modo de actuar infantil y caprichoso, la dirección de este periódico y otros medios perjudicados están valorando tomar cartas en el asunto. Vamos, acudir a los tribunales para que se haga justicia. Eso he oído.
El delito de prevaricación, que solo puede ser cometido por una autoridad o por un funcionario público, consiste en dictar una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia. El actor de esta conducta punible es penado con la inhabilitación de su cargo público.
¿Crees, amado lector, que una denuncia por prevaricación contra la alcaldesa sería admitida a trámite con la cantidad de decisiones arbitrarias y caprichosas que ha tomado en estos cuatro años de legislatura perjudicando a terceros? ¿Crees, alcaldesa Quislant, que la denuncia prosperaría?
Por si ello fuera poco, fuentes jurídicas consultadas me cuentan que puede considerarse un delito de malversación continuada de fondos públicos el uso sistemático de la revista municipal para informar sólo de la labor de la alcaldesa y su promoción personal en el 75 por ciento de las fotos que ahí aparecen. También que sólo acuda el fotógrafo municipal a los actos a los que va la alcaldesa, o que los concejales tengan prohibido aparecer en notas de prensa o en fotos si no está ella, o que el gabinete de prensa municipal sólo gestione la información que genera el Partido Popular y no todos los grupos representados en el Consistorio. En definitiva, que los fondos públicos destinados a la comunicación solo se usan en función de la gloria personal de la alcaldesa. Esto un poquito huele a malversación…
¿Y qué pasaría si -un suponer- a Isabel Díaz Ayuso le diera por confirmar como candidata a la alcaldía, en Pozuelo o en cualquier otro municipio, a la ínclita Quislant, y una vez nombrada, alguien la denunciara por presunta prevaricación o malversación? ¿Y si, una vez nombrada, en plena campaña electoral, fuera admitida a trámite la demanda? ¿Y si al final fuera condenada por prevaricadora y/o malversadora?
Señora Ayuso, yo que usted no me arriesgaría, no vaya a ser que se haga justicia… Quislant ya ha hecho suficiente daño a Pozuelo durante ocho largos años.
Llega la hora de la verdad. Y esta alcaldesa no merece una tercera oportunidad. Está nominada.
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