José Manuel Ortiz, padre de los mellizos desaparecidos: “Me decía: te voy a denunciar por violencia de género, digo que me has pegado y ya está”
La Policía está investigando la desaparición de dos menores de Pozuelo de Alarcón por un posible secuestro por parte de su madre. Los dos pequeños tienen seis años y están presuntamente desaparecidos desde el pasado 15 de julio de este año. Entrevistamos al padre de los niños, José Manuel Ortiz, para que nos cuente por qué se ha producido la presunta desaparición
Lo primero, ¿cómo empieza todo?
Éramos pareja, pero no llegamos a estar casados. Nuestra relación terminó en febrero de 2020. Llevábamos arrastrando problemas mucho tiempo atrás, de por sí la ruptura fue brusca.
¿Ella interpuso alguna denuncia durante la relación?
No, fue después de no estar juntos. Una vez separados, y yo viviendo en casa de mis padres, intentamos llegar a un acuerdo para la custodia compartida. Ella me pedía de manutención más de lo que yo ganaba . Entonces le pedí que hablasen los abogados para ponernos de acuerdo, pero a partir de ahí siempre ha estado con amenazas. Me decía: te voy a denunciar por violencia de género, digo que me has pegado y ya está.
El 2 de mayo de 2020, en plena pandemia, yo iba cada cuatro días a ver a los niños (se quedaron viviendo en la casa que compartíamos siendo pareja), me dijo que quería hablar conmigo, su intención era retomar la relación, pero yo me negué. En ese momento cogió unas tijeras y amenazó con hacerme daño o hacerse daño a sí misma. Intenté salir de la casa y me clavó las tijeras en la mano. Al final logré salir de la vivienda y fui a coger mi móvil que se lo había dejado a los niños (el niño estaba jugando con él). Ella, acto seguido, se lo quitó. Empezó a mirar mis mensajes de Whatsapp. Intenté coger el móvil por el otro extremo y me clavó las uñas en el antebrazo para que lo soltase, salió corriendo y lo escondió.
Su madre, al escuchar el alboroto, llamó a la policía. Cuando vinieron me detuvieron por la ley de la violencia de género. Ella les contó que yo había intentado apuñalarla con las tijeras. Todo al revés. Pero ella no tenía ninguna lesión y en cambio yo sí (tengo el parte de lesiones).
Al día siguiente tuvimos un juicio rápido y el juez me impuso una orden de alejamiento de 200 metros, para que no se volviese a repetir un episodio así. Estableció unos horarios de visitas; miércoles, jueves y fines de semana alternos, dejando a la madre la custodia de los niños. Bueno, pues desde ese día, el 2 de mayo de 2020, no he vuelto a ver a los niños en persona.
¿Qué te contaba para no poder ver a los pequeños?
Al principio me decía que era por el covid y que no quería que salieran de casa. El problema es que cada mes era una excusa diferente. A partir de ahí empezó a poner falsas denuncias, me denunció por haber abusado presuntamente de un niño y al mes siguiente por haberlo hecho de los dos pequeños. Como yo no podía ir a la casa, los que se desplazaban eran mis padres, acompañados de la policía, y entonces lo que hizo fue denunciar también a mis padres por abusos para intentar conseguir otra orden de alejamiento hacia ellos… Así llevamos año y medio.
¿Tú también has denunciado a la madre a raíz de estos hechos?
Sí claro, cada miércoles y cada fin de semana poníamos una denuncia al no cumplir con el régimen de visitas.
Después nos volvió a denunciar. Esta vez por otro motivo. Yo quería que los niños fueran al colegio en Pozuelo y ella quería que fueran a un colegio de Las Rozas. El juez le termina dando la razón a ella, la madre expuso que se iba a hacer cargo de los costes ella misma. Pero lo que hizo fue manipular presuntamente ese auto y se marchó de la noche a la mañana a Tarragona con los niños. Este fue en el mes de agosto.
¿Sin consultártelo a ti?
Sin mi autorización ni la del juzgado. Lo que hizo fue manipular ese auto para poder matricular en un colegio de Tarragona a los niños.
El día 8 de octubre teníamos otra vista de medidas provisionales y fue cuando, tanto el juez como nosotros, nos enteramos de que se había trasladado allí. En ese momento puse una denuncia por sustracción de menores ya que se los había llevado a otra comunidad sin mi autorización ni la del juzgado. La denuncia se quedó en el limbo porque todavía no había medidas firmes, esas llegarían el 10 de diciembre.
El juzgado apercibió a Verónica, la madre, para que en 10 días regresase a la Comunidad de Madrid con los niños; si no lo hacía perdería la guardia y custodia y se me daría a mí.
La madre no hizo caso. Acto seguido, el juez inició los trámites para que me entregasen a mi la custodia de los niños, pero ella recusó al juez aduciendo que los dos éramos amigos. Lo que intentaba es que se alargase todo y así poder justificar en un futuro desarraigo.
En Semana Santa volvimos a poner otra nueva denuncia por sustracción de menores y como ya había mediación y había pasado transcurrido tanto tiempo, la jueza lo investigó y la citó a ella para volver a declarar. Ella, cuando la citan, se dio a la fuga y la pusieron en busca y captura. A los 15 días su abogado logró que volviese para declarar y la pusieron una orden para que no saliese de Pozuelo. Tanto a ella como a los niños. De por sí, tenía que ir a firmar cada lunes al juzgado. Esto solo lo cumplió al principio, durante una o dos semanas, después se volvió a dar a la fuga. A principios de agosto de este año.
Llevamos sin saber nada de los niños ni de ella desde ese día.
¿A ti te consta que trata bien a los niños?
De mi entorno nadie los ha visto nadie, pero por testigos que han ido apareciendo posteriormente, si que me he enterado que los niños no estaban bien cuidados. Cuando se dieron a la fuga estuvieron en diferentes asociaciones o casas de gente. Algunas de esas casas estaban en condiciones insalumbres.
¿Te hemos escuchado que la madre está intentando sacar a los niños del país con pasaportes falsos?
Esa información es correcta. Hay testigos cercanos a ella que lo han confesado. Quería conseguir unos pasaportes falsos y para ello le pedían 20.000 euros por cada pasaporte. Al no tener el dinero estaba intentando engañar a alguna madre que se pareciese a ella y pudiese hacerse pasar por dicha persona para salir del país.
¿Ella siempre ha sido así?
Sí, la conozco de hace muchos años. Tanto sus padres como ella siempre han sido un poco extravagantes. Siempre hacía las cosas al revés del resto de la gente. No trabaja ninguno de la familia. Luego te vas enterando de cosas y me he enterado que ella siempre se ha dedicado a estafar.
En mi caso, montamos una clínica de estética en Las Rozas y yo lo financié todo. Ella aprovechó la orden de alejamiento para no pudiera acudir al centro y robó todas las máquinas de estética; estaban valoradas en más de 40.000 euros. La denuncié en el juzgado de Majadahonda por el robo de esas máquinas. Es una estafadora habitual.
Después me he enterado que cuando fue a vivir a Tarragona cogió un negocio y se comprometió a pagar a plazos el traspaso y no pagó nada. Tampoco pagó nada del alquiler del local. Una chica que estaba allí trabajando también estuvo cuatro meses sin cobrar.
¿Dónde vivían ella y los niños?
En Tarragona vivían en una casa alquilada. Realizó la fianza, pero nunca más volvió a pagar. Le decía a la casera que si su expareja se enteraba de que estaba allí les iba a matar. La dueña de la vivienda no podía hacer nada, estaba atemorizada.
¿Tenía pruebas de la presunta violencia de género?
No, solo una vez en un juzgado presentó una conversación nuestra de WhatsApp alterada. Si exportas una conversación a txt puedes modificar lo que te dé la gana, y así procedió. Cambió el contenido y dijo que yo había amenazado con matarla a ella y a los niños.
El día de la vista, cuando fui preguntado en el juzgado, le enseñé el móvil a la jueza con la conversación real para que viese que no tenía nada que ver la prueba que ella había presentado.
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