Quejas vecinales por la presencia de indigentes en la Avenida de Europa
«La situación es un poco violenta y desagradable, porque al meterte la mano en el bolsillo para buscar monedas que echar al parquímetro, te ven que llevas suelto y resulta violento decirles que no tienes dinero», afirmó Julia A.
Es una de las vecinas afectadas por este tipo de situaciones comprometidas a las que se exponen varios vecinos de la zona desde hace unos meses. Según los afectados, se tratan de 'gorrillas' procedentes en su mayoría de Europa del Este ,quienes se concentran en los puntos cercanos a los parquímetros situados las inmediaciones del nuevo edificio de la Seguridad Social de Pozuelo de Alarcón , y en general, a lo largo de la Avenida de Europa de la localidad.
Los vecinos de la zona se muestran preocupados ante una situación poco habitual en esta zona y a la que no están acostumbrados. 'Esto hace unos años no pasaba, ahora tengo miedo de salir a la calle' confesaba una vecina atemorizada ante esta nueva situación. «Llevo catorce años viviendo en este lugar y nunca he tenido esta sensación de inseguridad que vivo ahora» añadió.
Un controlador de aparcamientos de la zona da otra versión sobre los acusados. «Es normal, no tienen nada y piden para poder comer, lo que pasa es que en esta zona los vecinos no están acostumbrados a este tipo de sucesos, solo quieren gente rica viviendo por aquí». El controlador comenta la forma en la que piden dinero, «se acercan a ti cuando vas a sacar dinero para pagar el parquímetro y ¿cómo les vas a decir que no tienes una moneda si la están viendo en tu mano? ».
Del mismo modo afirmó que en general, eran personas amables que no se metían con nadie y que incluso a él le saludaban por la calle al grito de -'¡amigo!' La semana pasada, una pareja fue escoltada por hasta al menos cuatro policías repartidos en dos coches patrulla, y tras haberles tomado los datos , un vehículo de los servicios de limpieza acudió para retirar todas las pertenencias que almacenaban en un descampado detrás de la Iglesia, ante la atenta mirada de los curiosos que se situaban detrás de los coches.
Pero no hay nada que frene esta situación, ya que, según el testimonio de varias vecinas que acuden a la Iglesia diariamente, no hay día que no se encuentren 'amenazadas' por estas personas.
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