Consejos para conductores urbanos: cómo reducir la huella de carbono sin renunciar al coche
Sólo los perezosos no hablan de los coches y su impacto ambiental.
Los coches dejan la mayor huella de carbono cuando están atascados en el tráfico durante largos periodos de tiempo debido al consumo ineficiente de combustible, mientras que los viajes cortos, el aparcamiento y el uso de coches antiguos sin tecnologías modernas de control de emisiones también tienen un impacto. Si todos los automovilistas cumplieran las normas de conducción ecológica, no sólo reducirían su impacto ambiental, sino que también ahorrarían en combustible y reparaciones. Además, vemos una tendencia creciente en la popularidad de los coches eléctricos e híbridos. Así que la conclusión es sencilla: no hace falta renunciar al coche personal para reducir el impacto ambiental.
Las ventajas de los coches compactos para ciudad: menos consumo de combustible - menos emisiones nocivas
Por supuesto, a la hora de elegir el mejor coche para la ciudad, lo primero a lo que prestan atención la mayoría de los automovilistas es al tamaño. Es decir, los conductores piensan de antemano en la maniobrabilidad del coche y en la posibilidad de aparcarlo sin problemas. Además, estos coches suelen consumir mucho menos combustible y, por tanto, tienen menos emisiones de CO2. Y, por supuesto, uno siempre quiere tener más dinero en la cartera. A menudo, los coches compactos son más asequibles. Por ejemplo, un coche que cumple todo lo anterior es el Fiat 500. Es compacto, elegante y sorprendentemente económico.
¿Cómo elegir el coche menos dañino?
1. Cada fabricante de coches facilita datos oficiales sobre el consumo de combustible y las emisiones de CO2 en sus especificaciones técnicas. Es una característica importante a la que prestar atención.
2. Presta atención a los coches híbridos y eléctricos.
3. Da preferencia a un coche con un motor de menor cilindrada, ya que este motor consume menos combustible.
4. Presta atención al peso del coche: cuanto más ligero es, menos combustible consume.
5. Asegúrate de que el coche dispone de la moderna tecnología ecológica de arranque y parada.
Planificación de viajes: ¿cómo reducir las emisiones?
Para empezar, lo primero que ayuda a reducir las emisiones es reducir los desplazamientos en coche. Es decir, cuanto menos viajes, menos combustible quemarás, lo que significa menos emisiones nocivas. Por eso la planificación inteligente de rutas es un punto importante en este asunto. Para empezar, hay que evitar los atascos. Para ello, basta con utilizar aplicaciones de seguimiento como Google Maps, Waze, etc. Además, también puedes evitar viajar en horas punta. Otra cosa importante: no vaya a una sola cosa. ¿Necesitas ir a hacer la compra? No hay problema. Planifica el viaje de modo que, por ejemplo, puedas recoger a los niños del colegio, ir a Correos y hacer la compra en un solo viaje. Esta combinación ayuda a reducir el kilometraje total, evitar arranques innecesarios del motor en frío y ahorrar tiempo y combustible.
Y, por supuesto, debes controlar tus hábitos de conducción. Por ejemplo, debes limitar las aceleraciones y frenazos bruscos mientras conduces, apagar el motor durante las paradas largas y, por supuesto, debes realizar un mantenimiento constante de tu coche.
Mantenimiento del coche: ¿cómo afecta al medio ambiente?
Un coche es un organismo único que es productivo y eficiente cuando está en buenas condiciones. En cuanto se avería una unidad o un mecanismo, otros sistemas intentan compensar las lagunas de funcionamiento de la pieza averiada haciéndola funcionar. Por regla general, estas cosas van acompañadas de un aumento del consumo de combustible y, en consecuencia, de un aumento de las emisiones de gases nocivos y metales pesados a la atmósfera.
¿Qué influye directamente en el aumento del consumo de combustible de un coche?
1. Presión incorrecta de los neumáticos. Una presión baja de los neumáticos aumenta la superficie de contacto con la carretera, lo que provoca un aumento de la resistencia a la rodadura. Esto hace que el motor utilice más combustible para mantener la velocidad y, por tanto, aumentan las emisiones de CO2. Tomemos como ejemplo el Fiat 500. Este coche es de lo más eficiente en cuanto a consumo de combustible nada más salir de la línea de producción, pero elegir los neumáticos adecuados es fundamental para aprovechar todo su potencial. Echa un vistazo a los neumaticos Fiat 500 que ayudan a reducir la resistencia a la rodadura. Además, merece la pena prestar atención al etiquetado del propio neumático. Uno de los parámetros clave es el índice de resistencia a la rodadura. Este índice suele indicarse con una letra (de la A a la G), donde «A» significa la menor resistencia a la rodadura (los neumáticos más económicos) y «G», la mayor.
Los expertos de AUTODOC lo explican:
«La letra del índice de velocidad de un neumático señala la velocidad máxima para la que dicho neumático ha sido aprobado. Por ejemplo, un neumático en el que figure un índice U podrá alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h, mientras que uno con índice S será adecuado para 180 km/h.».
Otro argumento a favor de la importancia de comprobar la presión de los neumáticos de los coches son las estadísticas. Según un informe reciente del fabricante de neumáticos Bridgestone, el 71% de los conductores europeos conducen con una presión insuficiente en los neumáticos, lo que conlleva un consumo innecesario de combustible y un aumento de las emisiones globales de CO₂.
2. Otro problema son los filtros sucios (de aire y combustible). Es sencillo: un filtro de aire sucio restringe el flujo de aire al motor, lo que altera la proporción óptima de la mezcla de combustible y aire. Al mismo tiempo, un filtro de combustible sucio impide el libre flujo de combustible al motor, lo que también puede provocar una combustión incompleta, reducir la potencia y aumentar las emisiones.
Así pues, llegamos a la conclusión de que un mantenimiento a tiempo del coche conlleva una reducción de las emisiones nocivas.
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