Que pase el siguiente
Mientras
tanto, casi simultáneamente, en Palma de Mallorca a unos implicados en
otro supuesto caso de corrupción, naturalmente del PP, se les acusa de
delitos que no están castigados con penas de reclusión, pero se les
encierra 72 horas en los calabozos. Y se les pasea esposados ante los
medios de comunicación. Es intolerable. Eso sí que es indecente. Hay
terroristas de ETA a los que se trata con mayor consideración. No lo
vi, pero supongo que El País dio la foto en primera página. De eso se
trataba. Por eso es preciso hacer un esfuerzo y no dejar de separar la
paja del grano. En agosto cuesta más.
Porque
las cosas no marchan nada bien. Y no tienen perspectivas de mejorar.
Los problemas reales se suceden y las soluciones no aparecen. Zapatero
es el hombre equivocado, en el lugar equivocado, en el momento
equivocado. Eso ya lo sabemos todos. En una democracia un poco más
avanzada sería el momento de decir ya: «Que pase el siguiente». Pero
aquí todavía estamos abriendo fosas de la Guerra Civil. Esto no
funciona, y la primera dimisión que pide El País es la de Dolores de Cospedal.
Es una curiosa modalidad de periodismo. Pedir cuentas a la oposición y
masajear al Gobierno. Cualquier estudiante de primaria es consciente de
la persecución a la que está siendo sometido el PP desde distintas
instancias del Estado. La corrupción, que es muy probable que exista,
nada tiene ver con esto. Sólo es el pretexto. El CIS ya sitúa al PP por
encima del PSOE, así que hay que apretar el acelerador de la cacería
contra la oposición.
En
El País están enfadados. Mucho. No les salen las cuentas. Ni las
económicas, ni las otras. Todo el castillo de naipes que habían
construido con los trajes de Camps se les ha venido abajo.
Quieren, por tanto, poner las cosas en su sitio. El cañón Berta que
propala todo tipo de dislates sobre el PP no para ni parará. Pero
deberían tener cuidado porque el gran cañón se puede recalentar. Le
suele pasar a ese tipo de armamento. Es capaz de una gran cadencia de
fuego, pero se sobrecalienta si es empleado para abrir fuego continuo.
Y estos farsantes del periodismo no sólo no tienen pinta de querer
descansar. Van más lejos. Ahora, recuperan otro de sus viejos deportes
favoritos: el reparto de credenciales de demócratas a quien ellos
consideran oportuno. Es delirante. <"">Y vuelven a sacar por enésima vez el cuento de la crispación. Del PP, claro. Qué originalidad. Si alguna vez consiguen dejar de mezclar las verdades con los rencores sus páginas se quedarán vacías.
<"">jacobodemaria2@gmail.com
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