Cómo saber si estoy perdiendo oído y necesito audífonos
Según las últimas estimaciones, una tercera parte de los mayores de 65 años sufre de algún tipo de pérdida de audición importante o que le limita de manera significativa su día a día.
Antes de dar el paso de mirar audífonos precios y los tipos que hay, es importante entender bien los posibles detonantes y las causas de esta pérdida de audición. También es fundamental saber las consecuencias que pueden derivar el no tratar bien esta pérdida de oído.
Una de las principales consecuencias de esta pérdida de audición son los frecuentes dolores de cabeza y el aumento de la presión arterial. Además, esta perdida de la capacidad de oír origina otra serie de elementos negativos en nuestro día a día como el deterioro de la capacidad de ser parte de actividades sociales como escuchar música, ver una película o participar de conversaciones con familiares o amigos.
A pesar de todas estas cosas negativas son muchas las personas que no dan el salto a tratarse y, además de no dar importancia al problema de la pérdida de audición, se niegan a buscar una solución.
Para cada tipo de pérdida de audición y necesidad existe un audífono concreto. En concreto, compañías como EarPros ayudas a responder todas las preguntas que nos podemos plantear llegado el momento de necesitar uno para nosotros o para un familiar. Aspectos como saber si nuestro seguro cubrirá el gasto, el tipo de pérdida auditiva al que nos enfrentamos o qué tipo de dispositivo será el más adecuado tienen fácil respuesta si acudimos al lugar adecuado.
Para detectar si nosotros o alguien cercano necesita empezar a preocuparse por su audición podemos fijarnos en algunos puntos que nos pueden ayudar a salir de dudas.
Previo paso para acudir a un especialista para que nos haga las pruebas auditivas pertinentes, podemos determinar gracias a determinados síntomas si nos encontramos ante un caso de pérdida de audición.
Un ejemplo es el volumen alto en la televisión. Si vemos que tenemos la necesidad de subir el volumen a niveles por encima de los habituales, que en nuestro entorno se quejan de que vemos la tele demasiado alta o no escuchamos bien cuándo el resto si lo hace es una señal clara de pérdida de audición.
Otro testigo que nos puede ayudar es la necesidad de pedir con frecuencia en una conversación que nos repitan las cosas. Si la pregunta ¿qué? es constante en nuestro día a día es otra señal clara a tener en cuenta.
También podemos fijarnos en si se tiene dificultad para seguir conversaciones cuándo hay ruido de fondo o si tenemos que hacer un esfuerzo constante para entender las conversaciones a nuestro alrededor.
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