Yolanda Estrada, la gran perdedora del PP madrileño, es apartada de Pozuelo

Dicen que Yolanda Estrada va llorando por las esquinas. Que la ejecutiva regional de su partido le ha hecho un regalo envenenado. Nada más y nada menos que le ha puesto al frente del PP de Villaviciosa de Odón.

Hagamos memoria. Estrada fue concejala de obras y contratación -sí, todo junto- en la época del gürteliano Jesús Sepúlveda, en 2003. Los dos murcianicos venidos pa la capital. Pasó una primera legislatura a palos con sus propios compañeros concejales de partido. La segunda legislatura le fue peor, pues a raíz del escándalo Gürtel fue imputada y el PP la echó del grupo municipal porque no quería dimitir. Cuando el juez levantó la imputación por falta de pruebas ella dejó el Ayuntamiento y fue acogida como directora general de A-Cero, la empresa de arquitectura y urbanismo de Joaquín Torres, el artífice de la urbanización La Finca, de Pozuelo.

Más tarde -y resumiendo, que es gerundio- montó un establecimiento de masajes en el Zoco de Pozuelo, que le duró poco.

Para entonces Estrada ya era la pareja sentimental de secretario general de la gestora del PP en la región, Juan Carlos Vera, todo un peso pesado en Génova 13. Fue entonces cuando ella, sintiéndose apoyada por la cúpula pepera, decidió dar la batalla de la presidencia del PP de Pozuelo de Alarcón. En esta contienda, enfrentada al consejero de Sanidad Ruiz Escudero, perdió a pesar del apoyo de su pareja sentimental y de lo que muchos afiliados califican de malas artes políticas.

Como premio de tan brillante trayectoria su cariñito fue deportado a presidir el Club de Campo no sin antes amarrar que Estrada iría en la lista electoral del PP a la Comunidad de Madrid. Y así fue.

Ahora Yolanda Estrada es diputada de la Asamblea de Madrid. Y tiene un montón de cargos en  el parlamento regional: Portavoz  de la Comisión de deportes y Transparencia, Presidenta de la Comisión de Vivienda y Administración Local, y Vocal de la Comisión de economía, Empleo y Competitividad, y de la Comisión de Sanidad.

Además el PP de Madrid le acaba de otorgar una nueva responsabilidad: ser presidenta de la gestora del partido en Villaviciosa, sustituyendo a Pilar Martínez, que es portavoz del PP, en la oposición municipal. Va a un lugar en el que el PP no ha ganado, y en el que tiene muchas dificultades para obtener mayoría desde hace años. Y los pactos tampoco se le han dado bien allí.

Pero yo creo que Ana Camins la conoce poco. Yolanda Estrada no sabe pactar: tiene una acreditada experiencia en pegarse con los de su propio partido, por ambición. Ella, políticamente hablando, siempre que ve un charco se mete en él. No puede evitarlo.

Estrada necesita judicializar las cosas. Si no, que se lo pregunten a este periódico que acaba de ganar una demanda que le interpuso por, según ella, intromisión en su derecho al honor. Perdió en primera instancia. Recurrió hasta dos veces -la última ante el Supremo- y tres veces le han callado la boca. Ahora, a pagar costas, rica.

Estrada hubiera querido capitanear el partido en Pozuelo de Alarcón. Humillar a Enrique Ruiz Escudero y a Susana Pérez Quislant. Pero le han dado un premio de consolación, que es la garantía de que no volverá a meter sus zarpas en la política pozuelera.

Yolanda, tanta paz lleves como descanso dejas. Pero me temo que no será así. Me dan pena los villaodonenses. 

Otrosí digo. Hay algo un poco raro en su registro de intereses publicado en la web de la Asamblea de Madrid: dice que es autónoma desde marzo de 2018 hasta la actualidad, pero por otro lado en su declaración de actividades no consta que realice ninguna actividad que pueda proporcionar ingresos económicos. Es del género tonto: pagar autónomos, cobrar un sueldazo de la Asamblea -3.533 euros netos mensuales- y no realizar ninguna otra actividad económica. ¿O a Yolanda se le olvidó consignar algo en su declaración? Lo voy a investigar.