Quislant: “Para lo que me queda en el convento…”

Leía yo una información extraña publicada por mis compañeros y amigos de DIARIO DE POZUELO. El Ayuntamiento de Pozuelo -mejor dicho, su alcaldesa Susana Pérez Quislant- ha excluído de la campaña de publicidad institucional navideña a este periódico. La Navidad saca lo mejor y lo peor de las personas, y la alcaldesa no es una excepción.

Reconozco que no me esperaba esto. Este periódico lleva más de dos años sin recibir ni un euro de publicidad institucional del Ayuntamiento. Es un castigo, al que la redacción ha respondido con una admirable profesionalidad, informando sin estridencias, con objetividad.

Y no me esperaba esta trapacería porque se supone que una agencia de comunicación ha ganado un concurso público para profesionalizar la publicidad que inserta en los medios el Ayuntamiento de Pozuelo. Para que no sea fruto del capricho o veleidad de una alcaldesa saliente. Pero que una empresa de comunicación comprometa su reputación y profesionalidad me parece increíble.

Me dicen que DIARIO DE Pozuelo ha pedido explicaciones a esta agencia, Entusiasmo y Mucho Valor SL. Al parecer, este periódico no es el medio de comunicación que estaban buscando para el target de esta campaña publicitaria. Así, con un par. Debe ser que sólo buscan medios digitales con pocos lectores y mal posicionados en Internet para invertir los 12.000 euros de presupuesto que tiene esta campaña.... Argumentos fronterizos y excusas chapuceras, fruto de estar atrapado entre la espada y la pared, entre Quislant y este diario.

En definitiva, que para no ser acusados de falta de Transparencia, este ayuntamiento ha interpuesto la figura de una agencia adjudicataria. Más de lo mismo. Pero pinchan en hueso. Me temo que desde estas páginas no cejarán en su empeño para que estos representantes municipales de segunda categoría actúen con justicia y profesionalidad.

¿Qué pensará de esto Cristina Cifuentes y Enrique Ruiz Escudero? Porque Susana Pérez Quislant está ya de salida cantando aquello de “para lo que me queda en el convento...”. Eso sí, se está jugando que el partido se acuerde de recolocarla después. A ella y a su marido.