Los sueldos tan bajos de los profesores de talleres de Cultura

Alumnos de actividades que se imparten en el MIRA se quejan de las malas condiciones económicas de sus profesores. No piden para ellos, sino para sus profes. Bueno, para ellos de manera indirecta, porque los bajos sueldos que cobran los profesores repercuten lógicamente en la calidad de la enseñanza.

Nada menos que 120 alumnos han enviado una carta a la alcaldesa Quislant para quejarse. Fundamentalmente piden al Ayuntamiento mayor vigilancia en las contrataciones y que no sólo se tenga en cuenta el precio que la empresa adjudicataria ofrece por impartir las clases.

Y la verdad es que este movimientos estudiantil tiene apoyos, a juzgar también por los comentarios realizados a través de Facebook">Facebook, y que aparecen al pie de la noticia.

Marisa afirma que “lo importante de la educación son los profesores. Si no los valoramos no tendremos buenos profesionales. La forma más personal es pagándoles un salario acorde con su trabajo. Esto es fácil de verificar. Preguntar a sus alumnos. El ayuntamiento contrata a empresas a las que debe exigir que tengan contrataciones buenas buscando la excelencia”, afirma.

Por su parte, Miguel comenta: “Soy alumno de idiomas en el centro municipal Volturno de Pozuelo de Alarcón. Recibo clases de una profesora que con un entusiasmo encomiable, con profunda dedicación y admirable profesionalidad consigue que todos nosotros avancemos en el conocimiento de otra lengua. AYUNTAMIENTO!!! ¿Conocen ustedes la labor de estos profesores? Les invito a que vengan, lo vean y hablen con nosotros y después recapaciten si es justo el salario que ellos reciben [...] Quiero que mi profesora continúe en los próximos años”.

Y otro comentario de Yolanda dice “Me alegro de que por fin esta situación se haga pública. En el mes de noviembre yo puse una reclamación porque mi hijo en dos meses pasó por tres profesores de inglés, lo que rápidamente me dio a entender que estos cambios se podían deber al bajo sueldo que los profes estaban recibiendo”.

Mari Carmen también afirma que “creo que es bien cierto lo de las condiciones de precariedad que soportan los profesores, que por otra parte cumplen con sus horarios de clases sin absentismo laboral y con una dedicación muy encomiable... se preocupan por el bienestar de sus alumnos y atienden toda clase de dificultades que se les presenten. Habría que considerar sus condiciones económicas y remunerarlas como se merecen. Todos estaríamos satisfechos: alumnos y profesores”, concluye.

Alcaldesa Quislant, concejala García Molina, a ponerse las pilas. A pensar en los trabajadores contratados y en los vecinos que reciben sus clases.