Miguel Coiz: "Confiar en uno mismo es la clave del éxito"

Los sueños deben perseguirse para poder cumplirlos, y cualquiera que se lo proponga podrá hacerlo. Eso debió de pensar Miguel Coiz, un joven músico de 27 años original de Pozuelo de Alarcón que se encuentra triunfando en Estados Unidos. Comenzó a tocar el piano con 7 años en la Escuela municipal de música de Pozuelo, donde permaneció casi 10 años.

¿Qué es para usted la música? ¿Cómo la definiría?

Un lenguaje, basado como cualquier otro, en un vocabulario. Este vocabulario musical es universal en cuanto que todo ser humano puede entenderlo, pero con la característica de que el mensaje obtenido depende de cada individuo; con un carácter social (pues también depende de sus vivencias, de sus recuerdos, de su cultura, etc.), y psicológico-intelectual (pues también depende de la capacidad o necesidad de generar mas o menos relaciones "matemáticas" entre cada elemento del vocabulario en uso (por eso la música popular no es, por ejemplo, la "música serial" o el "free jazz").

La música también es mi pasión; y mi trabajo, que consiste en entender lo que acabo de explicar y utilizarlo para generar interés en el mercado.

De madre escultora y padre melómano, se puede decir que creció rodeado de artistas. ¿De qué manera le influyeron?

Vivía rodeado de artes plásticas y de música. Mis sentidos auditivo y visual estaban constantemente aprendiendo nuevo vocabulario, y activados desde un punto de vista artístico. Fue difícil no contagiarse y que surgiese la necesidad de expresar las nuevas sensaciones, formas y colores que surgían en mi cabeza en forma de sonidos musicales.

¿Qué fue lo que le empujó a la hora de dedicarse a esto de la música? ¿Cómo empezó?

Empecé tocando el piano a los siete años, un poco a la fuerza, por hacer feliz a mis padres. Luego me empezó a gustar. Con el tiempo, pasó de ser una "obligación", a una "necesidad". Encontré en la música un lenguaje que me permitía expresar sentimientos con una claridad inimaginable. Ahí fue cuando comencé a componer pequeñas canciones. Pero es la necesidad de expresión la que me hizo buscar un vocabulario mas avanzado, y para eso hay que ponerse a estudiar en serio. Ahí fue cuando quise dedicarme a la música.

Si tuviera que hablarnos de su música, ¿en qué estilo la encuadraría?

Soy el ejemplo perfecto del músico contemporáneo que intenta ganarse la vida con la música. Tengo dos estilos. El personal como compositor, y el estilo que demanda el mercado. El personal es un estilo contemporáneo de música orquestal con vocabulario extenso (impresionismo, clasicismo, jazz, atonalidad, electrónica, ..), que es la paleta de colores con la que pinto. Luego, hago música popular para la televisión, o artistas contemporáneos, según la demanda del mercado. También es una música maravillosa. Simplemente expresan mensajes distintos.

¿Cuáles han sido sus mayores influencias musicales?

Mi padre. Era él quien no paraba de reproducir música en casa a todo volumen y a todas horas para que la oyésemos todos. Era música de todo el mundo y todas las épocas. Mi lista sería infinita. Para seleccionar unos pocos puedo decir que me marcó la música de Ravel, de Bill Evans y de Piazzola.

Ha trabajado con artistas de la talla de Alejandro Sanz o La Shica, así como con artistas americanos como Richard Boulanger y Nonna Hendrix, pero, ¿hay alguien con quien le haga especial ilusión colaborar?

Ahora vivo en Los Ángeles porque tengo la ilusión de colaborar en grandes producciones de cine, con grandes como Howard Shore, James Horner, Hans Zimmer, etc. Pero, por encima de todos, sería un sueño hecho realidad el trabajar con Alan Silvestri, John Williams, o A.R Rahman.

Hubo una época en que compaginó los estudios de piano con la carrera de Ciencias Físicas. ¿En qué momento se decantó por la música y qué fue lo que le llevó a elegirla?

La desesperación. Sentía que no mejoraba ni en la música ni en la física porque ambas requerían mucho esfuerzo. La desesperación de no ver resultados me hizo tener que elegir entre Físicas o la música. La beca que recibí para ir a Berklee College of Music, en E.E.U.U., me hizo elegir la música, pues pensé que ahí podría ver resultados de mejora en la música. (Y los vi). También me di cuenta de que la vida que quería vivir era más la vida de un músico, que la vida de un físico. La física siempre será un hobby para mi.

¿Se podría plantear la vida sin música?

Profesionalmente sí, aunque no quiero. Pero he de reconocer que a veces he pensado que si me dedicase a otra cosa mi vida sería mas sencilla (y quizá sea verdad). Pero seguiría necesitando hacer música. No, no puedo plantearme una vida en la que en absoluto escuche o pueda hacer música.

Si tuviera que dejarla, ¿a qué se dedicaría?

En mi tiempo libre me dedicaría a la música y para ganarme la vida... ¡no tengo ni idea el qué!

¿Se ha planteado en alguna ocasión dejar de tocar?

De pequeño... practicar el piano no es lo más divertido para un niño. Pero después jamás. Es imposible. En cuanto estoy un par de días sin música empiezo a tocar lo que sea que haga sonido, y si veo un piano me vuelvo loco.

Hace cinco años salió de Pozuelo para estudiar en la universidad de Berklee College of Music en Boston y posteriormente dedicarse a la música. ¿Tiene pensado volver a España?

Sí, por supuesto. No sé cuándo, pero alguna vez tendré que volver a la querida tierra y cultura que me crió. La echo de menos todos los días.

Ha sido el arreglista del concierto que ofreció Alejandro Sanz en Boston, en el año 2013; ha trabajado con empresas nacionales e internacionales como Natixis o Bauer; acaba de presentar su última composición para orquesta en Boston e incluso ha colaborado con los estudios de Warner Brothers en Los Ángeles. ¿Hay algo que le quede por hacer?

¡Muchísimo! Eso no es nada. Aún no soy mas que un renacuajo, algún día seré un enorme sapo musical (espero que un poco menos gordo y feo que un sapo). No voy a parar hasta hacer una música grandiosa y que la gente llore de felicidad y sienta hermandad.

Haciendo balance de los 20 años que lleva de carrera, ¿cree que todo el esfuerzo ha valido la pena? ¿Cambiaría algo?

Sí ha merecido la pena, todo en la vida merece la pena si estás agradecido del momento presente. Cambiaría el haberme tomado más en serio el estudio, y haberle quitado importancia a lo que los demás pensasen de mí. El miedo al rechazo me hizo quitar la atención en mí a favor de los demás (que no eran mas que fantasmas en mi cabeza), creer menos en mí y tomarme mi futuro menos en serio. Y eso hizo que no estudiase con el interés y el esfuerzo que tenía guardado en mi interior. En mi opinión, confiar en uno mismo es la clave del éxito.

¿A día de hoy cree que existen oportunidades en España para alguien que quiere dedicarse a la música?

Sí. El mercado es más pequeño que en E.E.U.U, por la sencilla razón que el flujo de mercado musical de aquél es mucho mayor que el de España; y por ende, se invierte más dinero en nuevos productos musicales y genera que otros países quieran consumir mucho producto americano. Cuando la educación musical se actualice en España (que no queda mucho), y haya gente interesada en invertir (el problema de siempre), veremos que E.E.U.U dejará de ser el mercado dominante de música consumida en España. Corea del Sur es un claro ejemplo. Domina el mercado asiático y ya empieza a llegar a E.E.U.U y dentro de poco a nuestro país.

¿Qué planes de futuro tiene?

Seguir aprendiendo con cada paso que doy al caminar. No tengo grandes metas pues la vida me ha enseñado que el camino es un regalo y uno solo ha de caminar. Si quieres caminar lejos hay que dar pasos largos (y eso requiere esfuerzo), y caminar recto (y eso requiere saber a donde ir en un futuro cercano. Pensar en un futuro lejano es engañarse porque la vida te cambiará el rumbo mas de una vez. Mi plan de futuro lejano es ese, esforzarme en ser mejor como persona y músico. De futuro cercano es hacerme hueco en esta industria en E.E.U.U. y seguir viviendo la experiencia única que es vivir.