La Comisión del día después o el despotismo ilustrado de Quislant

A remolque. A eso me suena el nombre de “Comisión del día después”. Esto es lo que ha montado el Ayuntamiento de Pozuelo para ir avanzando en medidas que contribuyan a la recuperación del lío que nos ha montado el puñetero coronavirus.

Quieren adelantar trabajo. Bueno, igual que han retrasado la toma de decisiones, ahora quieren enmendarse. Me parece bien.

La comisión se compone de los miembros de la Junta de Gobierno Local -ni siquiera todos los concejales de gobierno-, el secretario general del Ayuntamiento, la coordinadora general, el director general de asesoría jurídica y la interventora.

Ni Ciudadanos. Ni PSOE. Ni VOX. Ni Somos Pozuelo.

Ni el Consejo Social de la Ciudad.

Reaparece el despotismo ilustrado, esta vez en la figura de Susana Pérez Quislant, su graciosa majestad. Todo para el pueblo pero sin el pueblo.

A Ciudadanos le mola porque dice que le han hecho caso a algunas ideas de una moción que registraron el pasado 20 de abril. Aunque no se les ha incluído en la comisión, con que les cojan unas ideitas les vale.

PSOE y Somos critican que se excluya a la oposición, pero tampoco dicen más. Quizá estén cómodos así.

Y Vox afirma que, en esta ocasión, "no participan en este grupo de trabajo". Sin más.

Igualito que en el Ayuntamiento de Madrid. Ironía on. Allí se han arremangado todos: desde el alcalde -que ha conseguido unidad- hasta el último grupo de la oposición. Ha involucrado a todos y valora las aportaciones de todos los servidores públicos.

En Pozuelo, ni el gobierno ni la oposición. Ni los ciudadanos.

Sólo cuenta su graciosa majestad.