¡Me lo llevo!

Día del deporte. Me parece bien como filosofía. Un día para fomentar la actividad física, para animar a nuestros jóvenes a que practiquen deporte, para insuflar los muchos valores que comporta la práctica del ejercicio físico.

Bien. Pero bien hasta que el deporte se convierte en negocio. Entonces todo se corrompe, porque el dinero, como decía Bernard Shaw, no es nada, pero mucho dinero, eso es ya otra cosa.

Me refiero a que algunas personas pertenecientes a la gran familia del deporte pozuelero -¡qué cursi, por Dios!- no les ha gustado mucho el modo en que se ha celebrado este Día del Deporte.

En torno a los partidos políticos siempre se mueve una pléyade de chupópteros que se ganan la vida ‘honradamente’ organizando saraos. Y en el deporte también. Lo digo porque los más de 12.000 euros que se ha llevado una empresa por organizar el día del deporte nos los podíamos haber ahorrado. Si las personas que estaban trabajando ese día eran los funcionarios municipales, si los locales y espacios deportivos utilizados eran del Ayuntamiento, si las medallas y copas entregadas han salido del erario público… ¿a dónde han ido a parar esos euros? Pues a los advenedizos que viven del partido, del deporte, o de la adulación. Ya decía Dwight W. Morrow que el mundo se divide en personas que hacen cosas y personas que se las atribuyen. Y yo añado: y que se llevan la pasta.

Monto una empresa de comunicación -con nombre de tienda de gafas- hace un año, aún sin tener idea de comunicar. Mamoneo un poco por los ayuntamientos de la zona. Me uno a algún pesebrero bien relacionado con el partido… y consigo organizar cinco días del deporte en cinco ayuntamientos distintos. La cuenta es sencilla, pero no queda ahí. Consigo patrocinadores como Audi, las Fuerzas Armadas, Coca-Cola, Adidas, El Corte Inglés, Ibercaja, Equinoccio, Mapfre, MSC Cruceros, Afar-4… Lleno las instalaciones municipales con su publicidad y sus vídeos…

Y ustedes pensarán que es para abaratar el coste del evento. Pues no: es para llevarse más dinero a la buchaca. ¿Y los costes? Casi ninguno, porque han sido asumidos por cada ayuntamiento. ¿Qué ha puesto la empresa contratada? Dos presentadores. El negocio es redondo.

Dicen que el coral tiene extrañas propiedades. Algunos lo toman como antídoto contra el mal de ojo, y desde antiguo se asegura que tiene cualidades para librar al hombre de hechizos mágicos, de trastornos emocionales y de diversas formas de enfermedades. Lo que no sabemos es si Bistuer también posee esas capacidades. Quizá la hayan contratado por eso. O por su cara bonita.