Amaral deslumbró y se metió en el bolsillo a todos los pozueleros

A estas alturas poco podemos descubrir del grupo Amaral: temas frescos que enganchan e invitan a ser cantados, una potente voz que arriesga con los tonos más complicados y un carácter que queda plasmado en los escenarios. Si a todo ello le sumamos una gran respuesta por parte del público y las mejores condiciones de una noche de verano estaremos ante un gran concierto, de esos que quedan grabados en la memoria. Estos fueron algunos de los factores con los que contó en la noche del pasado 2 de septiembre el concierto que Eva Amaral y Juan Aguirre ofrecieron con motivo de las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Consolación de Pozuelo. Desde las 16 horas comenzaron a llegar las primeras personas que seis horas después abarrotaban las gradas del anfiteatro “El Torreón”. En total, 6500 personas que cantaron, gritaron y vivieron el directo de uno de los grupos de moda en nuestro país.

Desde todos los puntos de la comunidad y con muchas ganas de cantar, acudió la multitud que quedó impresionada ante un sofisticado montaje de luces, sonidos, pantallas de plasma, instrumentos y otros elementos. Después de esto llegó la impresionante voz de Eva Amaral.

Cuatro discos tiene ya en el mercado este grupo que allá por el año 1997 entraba tímidamente en el mercado de la música aportando un estilo de diferente. Hoy, ocho años después, Amaral es un referente en los grupos de música españoles y el motivo quedó reflejado en el concierto de ayer noche.

Eva cantó canciones de ayer y hoy tan famosas como “Estrella de Mar”, “Cómo Hablar”, “Días de Verano”, “El Universo sobre mí” y Juan Aguirre se atrevió con la canción “Tardes”. Todos los temas levantaron al público que no dejó de cantar ni un solo momento. Y es que, como dijo la propia Amaral al iniciar el concierto, de las veces que había venido a tocar a Pozuelo, ésta era en la que más gente había.

Durante el concierto el Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Pozuelo atendió a nueve personas, principalmente por lipotimias, en el hospital de campaña instalado a la entrada del auditorio.