Carmen ya no asesora: ahora da consejos y cobra más

Este periódico contó en el pasado mes de diciembre que la alcaldesa tenía una nueva asesora de prensa. Que se llama Carmen Rodríguez-Millán Molina. Y que era, hasta el pasado mes de agosto, gerente y factótum de la revista Pozuelo In.

Casualidades de la vida, digo yo. Porque qué tendrá que ver que una persona vinculada tan fuertemente con una revista que habla del Ayuntamiento, pase a formar parte de la nómina de éste. Ella está contratada por todo lo que sabe de periodismo. Y desde entonces -para que no quede duda de su objetividad- ha dejado la revista en manos de su pareja.

También contaba Diario de Pozuelo que, dos meses después de que Rodríguez-Millán comenzara a trabajar en el Ayuntamiento, le subieron el sueldo: pasó de 30.000 a 47.000 euros brutos al año.

El mes pasado yo daba mi opinión sobre este particular en esta misma columna. Decía, y lo mantengo, que hay cosas feas que no conviene hacer, aunque sean legales.

Como nadie en el Ayuntamiento quiso aclarar este entuerto, lo preguntó por escrito el portavoz del PSOE de Pozuelo en el último Pleno municipal.

Angel G. Bascuñana decía: “Como estamos seguros del criterio y coherencia de nuestro equipo de gobierno, entendemos que ha de haber una causa lógica para que una de las principales asesoras de la Sra. alcaldesa de Pozuelo de Alarcón haya visto incrementado recientemente su sueldo desde los 30.000 euros a los 47.000 euros”, decía con cierta sorna el portavoz del logo rojo, que preguntaba a continuación: “¿Qué razones asisten el importante incremento salarial establecido para esta trabajadora de confianza de la Sra. Alcaldesa?”.

Responde el portavoz del PP, Eduardo Oria, por escrito: “El equipo de gobierno ha reorganizado la plantilla de eventuales eliminando dos plazas de director de servicios, dotadas con 55.000 euros, transformándolas en plazas de consejero con 8.000 euros menos de salario cada una, además la plaza de asesora se ha convertido en consejera para homogeneizar salarios y ha supuesto una reducción del gasto destinado al pago de personal eventual”.

O sea, que se han homogeneizado y pasteurizado salarios, y la susodicha Carmen ya no asesora, sino que da consejos. Y claro, eso es más caro.

Me quedo mucho más tranquilo, Oria.